FIGO: LA REFORMA DE ESTATUTOS, ¿UN INTENTO DE PERPETUAR UNA AUTOCRACIA?
-DR. EDGAR IVÁN ORTIZ L.
La reforma de estatutos que FIGO ha puesto en consideración de sus sociedades miembros, obliga a una profunda reflexión centrada en, si se justifica la figura de una organización sin fines de lucro (charity), para lograr un tratamiento impositivo menos oneroso en el Reino Unido y sacrificar los espacios de participación democrática que hoy contempla la constitución vigente desde el año 2015.
A la luz de la nueva propuesta, las decisiones serán única y exclusiva responsabilidad del “Board of Directors”, nueva denominación dada a los “Officers” y despoja de competencias al Executive Board, el cual a partir de la reforma, será solo un órgano asesor que se denominará “Executive Council” y estará conformado por 24 personas representantes de las sociedades miembros.
Este órgano asesor tendrá la posibilidad de elegir cinco de sus miembros en representación de cada una de las regiones que conforman FIGO, quienes se denominarán “Executive Council Directors”, los cuales a discreción de los seis miembros del Board of Directors, podrán ser convocados a una reunión (Join Meeting), donde ese grupo de 11 personas podrá abordar temas de interés, sin que las decisiones de este ente obliguen al Board of Directors.
En otras palabras, la reforma transformará a FIGO en un ente autocrático, donde las sociedades miembros estaremos limitadas a solicitudes respetuosas y no a exigencia de los derechos que hoy nos confiere la constitución del 2015. Curiosamente, esta reforma se pretende aprobar a escasas horas de que asuma la presidencia de FIGO un latinoamericano, que dicho sea de paso no comparte la propuesta, posición que ha sido obviada por los actuales “Officers”, que de manera obsecuente han insistido en presentar esta reforma a nuestra consideración en la Asamblea General que se llevará a cabo en Río de Janeiro, Brasil en el marco del congreso mundial.
En este escenario, una postura razonable sería la de no aceptar esta reforma y solicitar de manera respetuosa, la entrega de la propuesta a los nuevos directivos que se nombrarán en la próxima Asamblea, para que ellos se responsabilicen de generar espacios de discusión y participación, que lamentablemente no fueron tenidos en cuenta en este proceso.
No podemos aceptar una reforma justificada solo en aspectos legales y de beneficio económico propuesta por una comisión de ilustres colegas, a quienes debemos reconocerle su esfuerzo, pero que lamentablemente no tuvo los espacios de socialización y discusión en las instancias que FIGO tiene previstas para estos fines.
Adicionalmente, es nuestro deber generar hitos que dejen traslucir nuestro respaldo a quien asumirá la presidencia para el periodo 2018-2021, en el entendido que el éxito o fracaso de su gestión dependerá en gran medida del apoyo que desde nuestra América Latina le podamos brindar.
¿Pretenden las actuales autoridades perpetuar una autocracia? Si así fuera, no debemos permitirlo. Está en nuestras manos, debemos apoyar la postura de nuestro presidente electo, que es la postura de América Latina.